Game of Thrones 8x01: "Invernalia" (Winterfell)

El capítulo empieza de forma inesperada, sin una escena antes de la intro. No hay tiempo que perder. Hay mucho que contar.

Así pues, lo primero que se ve esta temporada es el ya familiar astrolabio, pero con algunos cambios. Los grabados que tiene en sus láminas no son los de siempre. Ya no cuentan la historia que precedió a la de la serie, sino la de las temporadas anteriores. Lo que ha llevado a los personajes hasta donde están, desde lo más reciente hasta los orígenes.

En la primera imagen del astrolabio se ve a Viserion destruir El Muro, dando paso a la cámara atravesando el propio Muro del mapa, mostrando como el frío traspasa y va impregnando todo el territorio que encuentra a su paso hasta Último Hogar, que está sobre una montaña en espiral y donde parece detenerse el frío helado.

Esto llega a su fin y con él, lo más temido por los lectores: conocer el final de los libros (o al menos algo aproximado) por la serie. Ser spoileados.

La cámara avanza hasta Invernalia y, a diferencia de otras temporadas, no se queda sobrevolándola, sino que entra en sus entrañas y llega hasta las criptas, donde se ve la estatua de Lyanna.

El astrolabio vuelve a iluminarse con otra imagen en la que se ven tres figuras: el león de los Lannister con la trucha de los Tully en la boca, un lobo Stark atravesado por flechas y el hombre desollado de los Bolton sujetando una cabeza, parece que de lobo también, haciendo referencia a la Boda Roja.

Astrolabio

La cámara cae hasta Desembarco del Rey, donde entra en el interior de la Fortaleza Roja hasta las profundidades de esta, mostrando el escorpión apuntando al cráneo de Balerion, el Terror Negro, y el Trono de Hierro, que fue forjado con su aliento. Un detalle a señalar de la presentación de la Fortaleza Roja es que se puede ver en el patio el mapa de Los Siete Reinos que Cersei mandó dibujar.

Para finalizar, se muestra un último grabado en el que se ve al cometa rojo y el nacimiento de los dragones y el título de la serie rodeado de las cuatro cabezas de las casas destacadas de la serie: Stark, Targaryen, Lannister y Baratheon.

El primer capítulo de esta temporada tiene muchos paralelismos con el primero de la serie, algo que se puede apreciar desde la primera escena, donde se muestra a un niño curioso trepando a las alturas para ver a los forasteros que llegan al pueblo, como hiciera Bran hace ya tanto tiempo, aunque él subiera a las almenas y el niño de ahora se tenga que conformar con un árbol. Todo es muy parecido, pero a la vez muy diferente. Mientras que Bran corría por un entorno cálido, el niño de ahora está rodeado de nieve.

El invierno ha llegado.

Otro detalle similar pero diferente es Arya. Al igual que en aquella ocasión está entre el pueblo, viendo la llegada de los señores y caballeros, pero ahora no necesita de un yelmo para esconderse y sabe bien que no le es necesaria una armadura para protegerse. Otro cambio es que no está entre el grupo de Invernalia que recibe a los recién llegados, quizás porque se distrae con el rugido de un dragón. Señalar cuando ve a Jon y cómo está a punto de llamar su atención, pero se refrena. Prefiere pasar desapercibida y seguir observando. Gracias a eso descubre que Jon no será el único reencuentro al que tenga que enfrentarse, pues también están El Perro y Gendry. Por otra parte, Tyrion y Varys van en un carro manteniendo una conversación mordaz, muy propia de ellos.

Llegada de los herederos al Trono

Daenerys y Jon llegan escoltados por el ejército de Inmaculados. Ella parece contrariada por la falta de entusiasmo de los norteños ante su llegada. Jon le recuerda que ya se lo advirtió. Sonríe satisfecha cuando ve como todo el pueblo huye aterrado ante la presencia de los dragones. Parece que eso de no querer reinar en base al miedo se le olvida a veces. Siguiendo el vuelo de los dragones la cámara llega a Invernalia, donde espera Sansa en las almenas. No parece muy contenta de verlos.

En la siguiente escena, en el patio aguarda reunida toda la comitiva, más escasa que en el primer capítulo de la serie, dando lugar al primero de los muchos reencuentros de este capítulo, Jon y Bran. Aunque Jon parece realmente emocionado de reencontrarse con él y con Sansa, para Bran el tiempo es demasiado valioso para esas cosas. Sin medias tintas avisa de la situación a Jon y Daenerys, sobre lo ocurrido con El Muro y Viserion. Decir que, a pesar de la resolución de Bran, esta es en la única escena donde muestra un mínimo rastro de emoción, al ver llegar a Jon. Y, como era de esperar, el primer contacto entre Sansa y Daenerys resultó ser más bien tenso. Otra cosa destacable es la falta de reacción de Daenerys cuando Bran le informa sobre el destino de Viserion. Realmente es algo que se pasa muy de puntillas y tendría que ser algo que la afectara considerablemente. Quizás necesite verlo para que su cerebro lo procese como una realidad.

Reunión de cuñadas

Ya en el salón, resguardados del frío, Sansa informa de la decisión de replegar a todos los banderizos de la Casa Stark a Invernalia y Lord Umber solicita más ayuda para poder lograrlo lo antes posible. Con la concesión de esta, marcha a Último Hogar. Tras la decisión de Jon de pedir a la Guardia de la Noche que abandone El Muro, llega Lyanna Mormont dispuesta a clarificar algunos puntos. Sin embargo, parece que las palabras de Jon consiguen convencer a una parte de las personas presentes en la sala, no así a Lady Mormont, que sigue mirándolo como si fuera el mayor traidor sobre la faz de la tierra. Además, que su aliado en la toma de esa decisión sea Tyrion Lannister podría ser más perjudicial que beneficioso. Sobre todo, si Sansa aparece por detrás para avivar más el fuego. Tiene razón en cuanto a lo de los víveres, pero si no son capaces de unirse dará igual cuanta comida tengan, ya que se pudrirá pues no quedará nadie para comérsela.

En el patio, Gendry organiza los carros de vidriagón para poder empezar a hacer armas para la lucha con los Caminantes. Tyrion, por su parte, va al encuentro de su ex mujer, que está hablando con Yohn Royce, y que le hace ver que se ha vuelto un crédulo estúpido si de verdad piensa que Cersei prestará su ayuda a su causa. Realmente está perdiendo facultades. La escena acaba con Bran haciéndole una radiografía a Tyrion.

En el Bosque de Dioses, Jon y Arya se reencuentran con un abrazo que hace que Arya despegue sus pies del suelo, como cuando se despidieron la última vez que se vieron. Se puede apreciar otro cambio cuando Arya se pone del lado de Sansa en lugar del de Jon, algo que le pilla desprevenido a él. Es llamativo como Arya le dice que no olvide quién es su familia. Hace pensar que sabe la verdad sobre Jon. ¿Se lo habrá contado Bran?

Uno de los reencuentros mas esperados

En la Fortaleza Roja, Cersei recibe con júbilo la noticia de que los Caminantes Blanco han traspasado El Muro. Sorprende la preocupación que muestra Qyburn, sobre todo conociendo su gusto por ese tipo de cosas.

En el mar se ve como se acerca la flota de Euron Greyjoy, que viene acompañado de la Compañía Dorada. Es curioso que sea la Compañía Dorada la que vaya a ayudar a Cersei a mantener el Trono de Hierro en su poder, en lugar de buscar a la heredera Targaryen, pero hay que dar por hecho que esta compañía solo comparte con la de los libros el nombre. Por otra parte, muestran que en un camarote permanece retenida Asha (Yara) como trofeo de su tío.

Una vez en el salón del trono, Cersei recibe la triste noticia de que no hay elefantes y tras un tira y afloja con Euron decide “compensarle” por sus servicios.

Euron y la Compañía Dorada

Después de esa escena llega la escena más interesante que se da en el arco del sur. Realmente curioso ver como las mujeres hablan de otros hombres mientras se ocupan de Bronn. Es cualquier día en la “oficina”, la rutina. Señalar que no creen a Bronn cuando dice que casi mata a un dragón. Cuántas veces lo habrán oído, incluso cuando no quedaban dragones vivos. La escena se ve cortada con la llegada de Qyburn, que le encarga a Bronn que mate a los hermanos de Cersei si estos sobreviven a la guerra contra los Caminantes. No parecía capaz de mandar que mataran a Jaime delante de ella, pero si no tiene que presenciarlo la cosa cambia. En cuanto a Tyrion, no es ninguna novedad. Lleva queriendo matarlo desde que nació. Sin embargo, esta petición parece que podría dar carpetazo a la teoría de que Tyrion conspiró con Cersei en esa reunión que fue cortada en el capítulo 7x07 “El dragón y el lobo”, la cual señalaban a Tyrion como un traidor, que daría la espalda a Daenerys y Jon para favorecer a su casa ahora que Cersei estaba embarazada. En cuanto a Bronn, ¿terminará realmente traicionando a ambos hermanos Lannister? Personalmente no apostaría por lo contrario, pero también ha demostrado a veces ser un sentimental. Lo suficiente como para no apretar el gatillo de esa ballesta hasta que no quede más opción. Así que no parece preocupante, al menos por el momento. Todavía queda un ejército de muertos al que derrotar.

Cersei, mientras, se sigue lamentando por los elefantes que no tendrá, representando a parte de los telespectadores/lectores, con una copa de vino en la mano.

Euron menciona su intención de dejar embarazada a Cersei. Lo que no sabe, claro, es que ya lo está.

De vuelta al barco de Euron, se muestra como Theon sigue siendo un gran arquero a pesar de la falta de dedos y como da un paso más en su camino a la redención rescatando a Asha, que en agradecimiento por dejarla abandonada en manos de Euron le da un cabezazo y le tiende la mano para que se levante por ir a rescatarla.

En sus barcos, Asha y Theon se despiden para que este pueda partir hacia el último tramo de su redención: marchar a Invernalia para luchar junto a los Stark. Es bastante improbable que sobreviva y parece que ambos lo saben. Al menos, Theon procurará llevarse a todos los espectros y Caminantes posibles por delante.

Theon en busca de la redención final

De regreso a Invernalia, los Karstark llegan al castillo, dirigidos por Alys Karstark, y bajo la atenta mirada de Varys, Tyrion y Davos, que están muy ocupados hablando sobre cómo hacer que prospere la alianza entre Daenerys y las casas del norte y haciendo de casamenteros. Aunque bien sabe Tyrion (y seguramente los otros dos también) que no tendrán que esforzarse mucho.

Mientras otros les organizan la boda, Daenerys y Jon están paseándose por el patio hablando de lo difícil que puede ser la relación entre cuñadas. La conversación se corta con la llegada de los dothrakis, que informan del escaso alimento disponible para los dragones. Ante eso Daenerys marcha con Jon a verlos, permitiendo que se vea como Drogon no es el único predispuesto a relacionarse con Jon, pues Rhaegal se acerca a él en cuanto le ve andar hacia donde están.

Tras la reticencia inicial, más que entendible, de Jon, finalmente se sube a Rhaegal para gozo de Daenerys. Sorprende la falta de reacción de ella ante el hecho de que Jon pueda montar a uno de sus dragones. Cierto es que vio como acariciaba a Drogon, pero una cosa es que los dragones dejen que los toquen y otra domarlos. Algo más de inquietud ante la idea por parte de Daenerys o muestras de sorpresa en Tyrion, Varys y Davos cuando ven a Jon montado en Rhaegal no habrían estado de más. Quizás podrían haber montado alguna especie de ritual para saber si el dragón estaba de acuerdo con que Jon lo montara. En los libros personas que no tenían ningún parentesco con la familia Targaryen consiguieron montar los dragones más dóciles. En la serie, sin embargo, según han dicho W&B en el vídeo explicativo del capítulo, solo los Targaryen pueden hacerlo. Así pues, llegado el momento, que Jon haya podido montar a Rhaegal servirá como confirmación de que su linaje es Targaryen, más allá de que algunos puedan pensar que Bran y Sam mienten. Por otro lado, llevar a los dragones aún más al norte (parece) para poder tener una cita a solas, haciendo que gasten las pocas energías que tienen, en lugar de llevarlos a un lugar más cálido para que puedan cazar es, cuanto menos, llamativo.

Vuela alto Chimuelo

Dejando esas incoherencias de lado, mencionar, obviamente, la cara de Jon cuando ve que Drogon no aparta la vista de él mientras besa a Daenerys. Unos ven una cara de aprobación, otros de amenaza. Como sea, no tiene que hacerle sentir muy seguro a nadie tener la mirada de un dragón como Drogon fija en él. Aunque personalmente a mí me parece una actitud bastante amigable.

De regreso a Invernalia, Gendry está forjando vidriagón para hacer armas para la lucha contra Los Otros. Mientras le entrega a El Perro su hacha llega Arya, que adopta una actitud tensa pero familiar con él. A pesar de las apariencias parece que El Perro se alegra de verla viva. En relación con Gendry, Arya también opta por mantener las distancias con él en un principio, aunque no puede seguir firme en su decisión cuando él la trata como Mi Señora, algo recurrente entre ellos en el pasado. Arya retoma la conversación para pedirle una especie de lanza convertible en puñal con la punta de vidriagón. No parece muy lógico que quiera algo con vidriagón teniendo un puñal de acero valyrio, pero conociendo sus habilidades tendrá sus motivos. Quizás quiera tener la posibilidad de usar ambas manos con armas que sean dañinas para los Caminantes y espectros. La última parte de la escena deja la puerta abierta a un futuro paralelismo, haciendo que se cumplan las palabras del rey Robert: “Tengo un hijo. Tú tienes una hija. Uniremos nuestras casas”. Existe la teoría de que esto se cumplirá con Gendry y Sansa, pero hoy por hoy parece poco probable que Sansa llegue a tener relación con Gendry, al contrario que Arya, que ya lo conoce y parece bastante evidente que existe un interés. El tiempo lo dirá.

Love is in the air

Sansa por su parte está en los antiguos aposentos de sus padres, leyendo el correo, cuando recibe la visita de Jon. Los Glover se desentienden de ir a Invernalia, pues ellos juraron lealtad al Rey en El Norte. La tozudez de los norteños es una característica destacada entre ellos, pero no deja de ser sorprendente que priorice una corona a la unión contra los Caminantes Blancos, ya que si en alguna parte estaba viva su leyenda era en El Norte.

En la escena Jon y Sansa enfrentan, una vez más, sus posturas sobre cómo gobernar El Norte. No tienen mucho más éxito que las veces anteriores. Ven el mundo de formas diferentes porque han sufrido y visto cosas diferentes. Sansa conoce los peligros del poder. Jon conoce al ejército que les amenaza por el norte y su devastación. Ambos tienen razón en sus argumentos, pero no consiguen ponerse de acuerdo en qué priorizar. Personalmente, creo que es más importante sobrevivir y una vez hecho eso ya se preocuparan por quién reinará. Sea como sea, Sansa no tiene razón cuando insinúa que Jon hincó la rodilla porque está enamorado de Daenerys. Ya tuvo que elegir una vez entre el deber para con su pueblo y el amor y optó por volver a El Castillo Negro con un par de flechazos de Ygritte de suvenires. Si no considerará que Daenerys es capaz de gobernar a su pueblo no habría hincado la rodilla. Aunque eso Sansa no lo sabe, claro.

En la biblioteca, Sam recibe las noticias del destino de su padre y su hermano de boca de Daenerys, que no puede creerse lo pequeño que es el mundo. ¿Realmente tenían que ser los familiares de la persona que salvó a Jorah los hombres a los que quemó? Sam encaja más o menos bien la muerte de su padre, pues sabe que era un hombre cruel, pero la de su hermano es algo que no sabe gestionar y es que la muerte de Dickon fue totalmente innecesaria. Mencionar que Daenerys le promete una recompensa si gobierna Los Siete Reinos por su ayuda a Jorah. Si ambos llegan al final quizás sea un comentario que se vea cumplido en el desenlace de Sam.

¿El nuevo señor de Altojardín?

Tras saber de la muerte de su padre y hermano Sam va al patio, donde se encuentra con Bran, que está esperando a un viejo amigo. Bran le apremia para que le cuente a Jon la verdad, ya que considera que Sam es el indicado para decírselo. En palabras de W&B, Sam es más hermano de Jon de lo que fue nunca Bran, así que se entiende que consideren que él es la persona correcta para darle la noticia.

Así pues, ante las estatuas de Ned y Lyanna, Jon recibe la noticia que cambiará su historia y la de Los Siete Reinos si se llega a saber, haciendo un nuevo paralelismo con la primera temporada, cuando Ned le prometió a Jon que la próxima vez que se vieran le hablaría de su madre. Puede que sea la primera vez que se muestra a Jon huyendo. No quiere enfrentarse a la verdad. No quiere oír que todo en su vida es una mentira, que una de las cosas que más le han marcado siempre, que era un bastardo, no es cierto. Que su padre es en realidad su tío y su tía, a la que nunca conoció, su madre. Que la verdad es que no le quedan hermanos de sangre vivos. Que no es un Nieve ni un Stark. Es un Targaryen. Aegon Targaryen.

Aegon VI frente a la estatua de su madre

Y es entonces cuando Sam le presenta la pregunta clave: ¿Si Daenerys descubre la verdad estaría dispuesta a entregarle la corona a Jon? Aunque quizás la pregunta más importante es si Jon querrá la corona. Lo más probable es que renuncie a ella. Aunque vistos los últimos acontecimientos quizás opten por otra opción más diplomática.

Más al norte, se ve como los Caminantes han pasado ya por Último Hogar, dejándolo despoblado y arrasado. Gracias a ello su ejército es más numeroso, pero han decidido dejar a alguien atrás para poder mandar un mensaje, al lord de la Casa Umber, que se encuentra colgado en una pared convertido en espectro y rodeado por el símbolo en espiral que ya se vio en otras temporadas (lo encontró el Pueblo Libre en su camino hacia El Muro y es el que formaban las piedras de la zona en la que los Niños del Bosque crearon al Rey de la Noche). Con el grito agonizante y helado de Ned Umber acaba la escena bajo la horrorizada mirada de Tormund, Beric y Edd el Penas, que sobreviven de momento. Un grito que quizás haya alertado a otros espectros y a los Caminantes, como pasó en la temporada pasada. Señalar que en esta escena también hay un paralelismo con la primera temporada, ya que el primer espectro que se vio en la serie fue una niña.

Art attack

Y el capítulo cierra con otro, pues acaba con los mismos personajes del primer capítulo de la serie, Jaime y Bran. Ver a Bran era algo con lo que Jaime no contaba y parece que todo su pasado le haya caído sobre los hombros como una pesada losa. No va a ser un recibimiento muy agradable, aunque Bran es más que probable que no sea el mayor de sus problemas.

Con este último reencuentro de viejos amigos acaba el primer capítulo de la última temporada de Juego de Tronos. El destino está sellado. Solo resta disfrutar del viaje.

No olvides dejar tus impresiones sobre el capítulo en los comentarios y nos leemos la próxima semana en el análisis del segundo episodio de la temporada.

Valar Morghulis.

Análisis por @OracionporGRRM

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