Crítica de SS Omega 16, Toei, antes eras chévere
Lo prometido es deuda, chicos, nuestras impresiones sobre el Episodio 16 de Saint Seiya Omega. Para empezar, primero miren el capítulo (lo podrán ver desde los enlaces publicados en nuestra página de Facebook: Llusantronic) y luego sigan éste post.
Ahora sí, el análisis del episodio 16 de Saint Seiya Omega dividido en cuatro partes, anexando una breve conclusión (sí… “breve”), a ver qué les parece:
Inicio del capítulo y aparición de los marcianos:
Vemos a nuestros jóvenes héroes caminando por la… qué es, ¿selva? ¿bosque?…diremos que es “bosque”… y bien, mientras ellos están tranquilos, inesperadamente aparecen los marcianos por debajo de la tierra… ¿en serio? tanto entrenamiento en Palestra y ¿no pudieron detectarlos? que alguien me contradiga si estoy equivocada, pero creo que hasta Ichi (¡já!) pudo haberlos detectado.
En fin. Ahora, el líder de este grupo de marcianos “hormiga” (al menos eso dicen las traducciones) tiene apariencia asiática (por no decir “chino”), y en verdad me parece curioso ver a un personaje así, o sea, siendo un guerrero de Mars, más que dar una imagen imponente, daban ganas de reírse (yo sí me reí \o/ ).
Acto seguido, parece ser que la batalla va a iniciar, pero… ¿los Saints huyen? o sea ¿en serio? debo decir que esto me ha decepcionado tanto, tanto, tanto. Nunca vi huir así al padre de Koga… digo, a Seiya (corríjanme si me equivoco). Ah, por si no fuese poco, Haruto aparece para usar una de sus técnicas ninjas (al puro estilo de Naruto y compañía) para eludir al enemigo, y yo me pregunto ¿qué pasó con los maricanitos?, me parece increíble que no pudiesen detectar el cosmo de los Saints, a menos que Haruto también use una técnica para eso (bueno, aquí todo puede pasar).
Hasta ahora, el episodio sólo exalta la… cómo decirlo… “falta de experiencia” de los jóvenes Saints, pues con eso de que estudiaron en colegio y no en lugares cuya probabilidad de morir es de 99% (¡a la escuela antigua!), es aceptable la actitud, ¿no?.
Empleo eventual:
Después de la heroica huída (ajá…), los Saints llegan al puerto, pero al querer comprar los boletos de abordaje: ¡oh sorpresa"!, Yuna perdió el dinero (me dio risa que Haruto se quedara para que le pagaran el boleto… es un aprovechado). Ante decepcionante situación, por mera casualidad, un anciano ofrece ayudarlos a cambio de que los jóvenes guerreros le hagan un favorcito (y no tiene ninguna connotación perversa)…
¡Los Saints consiguen empleo eventual!
Así es señores, a chambear para sacar boleto… en realidad el anciano les llevará a su destino, pero es igual. Me mató de risa ver el cliché de la esposa frondosa y que lleva los pantalones en el hogar, junto a su bajito y sumiso esposo, ambos dueños de una posada (bien ahí, TOEI).
En sí, toda esta parte ha dejado en ridículo a los Saints, dejando por los suelos el honor y espíritu de justicia que estos, se supone, deben poseer. En verdad me dio pena ver todo esto…
Reflexiones de un Saint:
Si bien es cierto que el episodio, hasta ahora, no pinta nada bueno, debo admitir que esta parte me gustó. Me hace recordar aquellos tiempos donde los Saints reflexionaban sobre el propósito de sus vidas. Me parece algo irónico también, pues anteriormente Seiya y sus amigos tenían claro que su existencia estaba dedicada a proteger a Athena hasta la muerte; sin embargo, si no me equivoco, ahora estos nuevos Saints parece ser que quisieran una vida más “normal” (en serio, ¿me equivoco?). No digo que sea mala la situación, sólo me parece curioso. Un aspecto importantísimo a rescatar, es el flashback que tiene Kōga en relación a una conversación que tuvo con Saori/Athena; es importante porque nos demuestra que Athena se esforzó por guiar a Kōga (pese a que este parecía un “rebelde” y es bastante torpe)… fue emotivo, aunque pudo haber estado mejor.
Derrotando a los marcianos:
No hay mucho qué decir… los soldados/guerreros de Mars son derrotados al vil estilo del equipo Rocket. La pelea no estuvo tan mal, pero es tonto que las personas presentes pensaran que era un “espectáculo”, pues creo que era obvio que podían haber muerto… Ahora nuestros amigos se dirigen a su siguiente destino. FIN.
Conclusión:
Es verdad que los Saints son jóvenes, muy jóvenes, pero no por eso deben parecer tan inmaduros. Seiya y compañía tenían objetivos claros al momento de la batalla. Si bien este episodio ha sido “relax”, y pese a que la serie va enfocada más a las nuevas generaciones, el humor fue excesivo. Parece ser que TOEI olvida que muchos de los fans de Saint Seiya ahora somos adultos, por lo cual nuestras exigencias van enfocadas a tener una serie como lo fue en sus inicios, con batallas que ponían a prueba el valor y lealtad de los Saints, donde la lección más importante era “no rendirse”…
La serie no es mala, y puede mejorar. Quizás este haya sido el peor episodio de la serie (hasta ahora), pero sólo nos queda esperar a que los siguientes episodios tengan más acción y emoción, como cuando éramos niños/adolescentes y veíamos con gran alegría nuestra amada serie.
Por último, ante este episodio sólo me queda decir:
“¿Qué pasó TOEI? antes eras chévere”.
Aclaro que soy fan de Saint Seiya, me gusta Saint Seiya Omega, pero este episodio me dejó con mucho qué desear. No mencionaré los avances porque es mejor ver el episodio... aunque no pinta a que mejore la cosa, pero como siempre digo: todo puede pasar”.
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¡Saludos!